
20 Ene UPL denuncia el estado de los accesos a Valorio desde San José Obrero
Caminos intransitables con peldaños peligrosos, complican el desplazamiento de vecinos entre el barrio y el bosque.
Difícil lo tienen los vecinos de San José Obrero, si desean desplazarse a Valorio aun encontrándose al lado. Los caminos que unen el barrio con el bosque se encuentran prácticamente intransitables, con especial peligro en alguna de las pendientes, denuncia UPL. Las escorrentías de agua han hecho mella en el firme, arrastrando material de las capas superiores, y dejando al descubierto otras inferiores que dificultan el paso sobre ellas, al presentar una superficie bastante irregular y poco adecuada para pisar con mínimas garantías de no caerse.
Los peldaños de las bancadas, compuestos de traviesas reutilizadas, cuyo uso está limitado por la toxicidad de la creosota, se encuentran en un estado lamentable. Debido a su situación asentados sobre la misma pendiente de tierra, sufren los efectos de la humedad, heladas y otras inclemencias del tiempo que los mantiene sin la adecuada fijación al terreno, abiertos, resquebrajados incluso alguno ha desaparecido en parte o por completo, lo que convierte estas particulares escaleras en un paso peligroso para aquellos que osan utilizarlas.
Una ruta muy utilizada por los vecinos de San Isidro, para acudir al centro médico, por resultar el camino más corto.
Los caminos con diferentes ramificaciones, unen la parte de las pistas deportivas contiguas a la vía del ferrocarril con el paseo de las vistillas, y Parada del Molino, lo que los convierte en una ruta ideal para aquellos vecinos de las inmediaciones, que quieren pasear, hacer deporte o pasar el rato en contacto con el medio natural, como asimismo son altamente utilizados por residentes en el barrio de San Isidro, para sus visitas al centro de salud. Sin embargo en el estado actual, no se encuentran aptos para que cualquiera utilice estos accesos, puesto que por su mal estado, fruto de la falta de mantenimiento presentan peligro de tropezones y caídas nunca deseadas.
Las condiciones orográficas dificultan cualquier actuación al obligar a aportar soluciones adecuadas para salvarlas, pero no deben suponer barreras infranqueables, para el paso de personas entre un punto y otro. Existen recursos a utilizar, sin alcanzar métodos de alta ingeniería. Resulta algo insólito, apunta UPL que en tiempos en los que se pretende evitar o reducir el uso de vehículo para los desplazamientos por la ciudad, que las alternativas para trasladarse caminando, no se encuentren en las mínimas condiciones, ni siquiera entre puntos escasamente distantes.
Manuel Herrero Alonso